...la Biblia de Jerusalén
Job 3, 8-12
8 Maldíganla los que maldicen el día, los dispuestos a despertar a
Leviatán.
9 Sean tinieblas las estrellas de su aurora, la luz espere en vano, y no
vea los párpados del alba.
10 Porque no me cerró las puertas del vientre donde estaba, ni ocultó a
mis ojos el dolor.
11 ¿Por qué no morí cuando salí del seno, o no expiré al salir del
vientre?
12 ¿Por qué me acogieron dos rodillas? ¿por qué hubo dos pechos
para que mamara?