...la Biblia de Jerusalén
Job 31, 1-17
1 Había hecho yo un pacto con mis ojos, y no miraba a ninguna
doncella.
2 Y ¿cuál es el reparto que hace Dios desde arriba, cuál la suerte que
manda Sadday desde la altura?
3 ¿No es acaso desgracia para el inicuo, tribulación para
los
malhechores?
4 ¿No ve él mis caminos, no cuenta todos mis pasos?
5 ¿He caminado junto a la mentira? ¿he apretado mi paso hacia la
falsedad?
6 ¡Péseme él en balanza de justicia, conozca Dios mi integridad!
7 Si mis pasos del camino se extraviaron, si tras mis ojos fue mi
corazón, si a mis manos se adhiere alguna mancha,
8 ¡coma otro lo que yo sembré, y sean arrancados mis retoños!
9 Si mi corazón fue seducido por mujer, si he fisgado a la puerta de mi
prójimo,
10 ¡muela para otro mi mujer, y otros se encorven sobre ella!
11 Pues sería ello una impudicia, un crimen a justicia sujeto;
12 sería fuego que devora hasta la Perdición y que consumiría toda mi
hacienda.
13 Si he menospreciado el derecho de mi siervo o de mi sierva, en sus
pleitos conmigo,
14 ¿qué podré hacer cuando Dios se levante? cuando él investigue,
¿qué responderé?
15 ¿No los hizo él, igual que a mí, en el vientre? ¿no nos formó en el
seno uno mismo?
16 Me he negado al deseo de los débiles? ¿dejé desfallecer los ojos de
la viuda?
17 ¿Comí solo mi pedazo de pan, sin compartirlo con el huérfano?