...la Biblia de Jerusalén
Job 31, 26-31
26 ¿Acaso, al ver el sol cómo brillaba, y la luna que marchaba
radiante,
27 mi corazón, en secreto, se dejó seducir para enviarles un beso con
la mano?
28 También hubiera sido una falta criminal, por haber renegado del
Dios de lo alto.
29 ¿Del infortunio de mi enemigo me alegré, me gocé de que el mal le
alcanzara?
30 ¡Yo que no permitía a mi lengua pecar reclamando su vida con una
maldición!
31 ¿No decían las gentes de mi tienda: «¿Hay alguien que no se haya
hartado con su carne?»