...la Biblia de Jerusalén
Job 37, 16-24
16 ¿Sabes tú cómo las nubes cuelgan en equilibrio, 7 maravilla de una
ciencia consumada?
17 Tú, cuyos vestidos queman cuando está quieta la tierra bajo el
viento del sur,
18 ¿puedes extender con él la bóveda del cielo, sólida como espejo de
metal fundido?
19 Enséñanos qué le hemos de decir: no discutiremos más, debido a
las tinieblas.
20 Si hablo yo, ¿alguien se lo cuenta? ¿es informado de lo que un
hombre ha dicho?
21 Ahora ya no se ve la luz, que queda oscurecida por las nubes; pero
pasa el viento y las despeja,
22 y una claridad llega del norte: gloria terrible alrededor de Dios,
23 ¡es Sadday!, no podemos alcanzarle. Grande en fuerza y equidad,
maestro de justicia, sin oprimir a nadie.
24 Por eso le temen los hombres: ¡a él la veneración de todos los
sabios de corazón!