...la Biblia de Jerusalén
Job 4, 11-19
11 Perece el león falto de presa, y los cachorros de la leona se
dispersan.
12 A mí se me ha dicho furtivamente una palabra, mi oído ha
percibido su susurro.
13 En las pesadillas por las visiones de la noche, cuando a los
hombres el letargo invade,
14 un temblor me entró, un escalofrío, que estremeció todos mis
huesos...
15 Se escurre un soplo por mi rostro, eriza los pelos de mi carne.
16 Alguien surge... no puedo reconocer su cara; una imagen delante de
mis ojos. Silencio..., después oigo una voz:
17 «¿Es justo ante Dios algún mortal? ¿ante su Hacedor es puro un
hombre?
18 Si no se fía de sus mismos servidores, y aun a sus ángeles achaca
desvarío,
19 ¡cuánto más a los que habitan estas casas de arcilla, ellas mismas
hincadas en el polvo! Se les aplasta como a una polilla;