...la Biblia de Jerusalén
Job 41, 6-20
6 ¿Quién abrió las hojas de sus fauces? ¡Reina el terror entre sus
dientes!
7 Su dorso son hileras de escudos, que cierra un sello de piedra.
8 Están apretados uno a otro, y ni un soplo puede pasar entre ellos.
9 Están pegados entre sí y quedan unidos sin fisura.
10 Echa luz su estornudo, sus ojos son como los párpados de la
aurora.
11 Salen antorchas de sus fauces, chispas de fuego saltan.
12 De sus narices sale humo, como de un caldero que hierve junto al
fuego.
13 Su soplo enciende carbones, una llama sale de su boca.
14 En su cuello se asienta la fuerza, y ante él cunde el espanto.
15 Son compactas las papadas de su carne: están pegadas a ella,
inseparables.
16 Su corazón es duro como roca, resistente como piedra de molino.
17 Cuando se yergue, se amedrentan las olas, y las ondas del mar se
retiran.
18 Le alcanza la espada sin clavarse, lo mismo la lanza, jabalina o
dardo.
19 Para él e hierro es sólo paja, el bronce, madera carcomida.
20 No le ahuyentan los disparos del arco, cual polvillo le llegan
las
piedras de la honda.