7 Después de hablar a Job de esta manera, Yahveh dijo a Elifaz de
Temán: «Mi ira se ha encendido contra ti y contra tus dos amigos, porque
no habéis hablado con verdad de mí, como mi siervo Job.
8 Así que tomad siete novillos y siete carneros, id donde mi siervo
Job, y ofreced por vosotros un holocausto. Mi siervo Job intercederá
por
vosotros y, en atención a él, no os castigaré por no haber hablado
con
verdad de mí, como mi siervo Job.»
9 Elifaz de Temán, Bildad de Sáaj, y Sofar de Naamat fueron a
cumplir la orden de Yahveh. Y Yahveh atendió a Job.
10 Después Yahveh restauró la situación de Job, al paso que él
intercedía en favor de sus amigos; y aumentó Yahveh al doble todos
los
bienes de Job.
11 Vinieron, pues, donde él todos sus hermanos y todas sus hermanas,
así como todos sus conocidos de antaño; y mientras celebraban con él un
banquete en su casa, le compadecieron y le consolaron por
todo el
infortunio que Yahveh había traído sobre él. Y cada uno de ellos le hizo el
obsequio de un agno de plata y de un anillo de oro.
12 Yahveh bendijo la nueva situación de Job más aún que la antigua:
llegó a poseer 14.000 ovejas, 6.000 camellos, mil yuntas de bueyes y mil
asnas.
13 Tuvo además siete hijos y tres hijas.
14 A la primera le puso el nombre de «Paloma», a la segunda el de
«Canela» y a la tercera el de «Cuerno de afeites».
15 No había en todo el país mujeres tan bonitas como las hijas de Job.
Y su padre les dio parte en la herencia entre sus hermanos.