...la Biblia de Jerusalén
Job 6, 1-19
1 Job tomó la palabra y dijo:
2 ¡Ah, si pudiera pesarse mi aflicción, si mis males se pusieran en la
balanza juntos!
3 Pesarían más que la arena de los mares: por eso mis razones se
desmandan.
4 Pues las flechas de Sadday están en mí, mi espíritu bebe su veneno,
y contra mí se alinean los terrores de Dios.
5 ¿Rozna el onagro junto a la hierba verde? ¿muge el buey junto al
forraje?
6 ¿Se come acaso lo insípido sin sal? en la clara del huevo ¿hay algún
gusto?
7 Lo que aun tocar me repugnaba eso es ahora mi comida de enfermo.
8 ¡Ojalá se realizara lo que pido, que Dios cumpliera mi esperanza,
9 que él consintiera en aplastarme, que soltara su mano y me segara!
10 Tendría siquiera este consuelo, exultaría de gozo en mis tormentos
crueles, por no haber eludido los decretos del Santo.
11 ¿Cuál es mi fuerza para que aún espere, qué fin me espera para que
aguante mi alma?
12 ¿Es mi fuerza la fuerza de la roca? ¿es mi carne de bronce?
13 ¿No está mi apoyo en una nada? ¿no se me ha ido lejos toda
ayuda?
14 El que retira la compasión al prójimo abandona el temor de
Sadday.
15 Me han defraudado mis hermanos lo mismo que un torrente, igual
que el lecho de torrentes que pasan:
16 turbios van de aguas de hielo, sobre ellos se disuelve la nieve;
17 pero en tiempo de estiaje se evaporan, en cuanto hace calor se
extinguen en su lecho.
18 Por ellos las caravanas se apartan de su ruta, en el desierto se
adentran y se pierden.
19 Las caravanas de Temá los otean, en ellos esperan los convoyes de
Sabá.