...la Biblia de Jerusalén
Job 7, 2-16
2 Como esclavo que suspira por la sombra, o como jornalero que
espera su salario,
3 así meses de desencanto son mi herencia, y mi suerte noches de
dolor.
4 Al acostarme, digo: «¿Cuándo llegará el día?» Al levantarme:
«¿Cuándo será de noche?», y hasta el crepúsculo ahíto estoy de sobresaltos.
5 Mi carne está cubierta de gusanos y de costras terrosas, mi piel se
agrieta y supura.
6 Mis días han sido más raudos que la lanzadera, han desaparecido al
acabarse el hilo.
7 Recuerda que mi vida es un soplo, que mis ojos no volverán a ver la
dicha.
8 El ojo que me miraba ya no me verá, pondrás en mí tus ojos y ya no
existiré.
9 Una nube se disipa y pasa, así el que baja al seol no sube más.
10 No regresa otra vez a su casa, no vuelve a verle su lugar.
11 Por eso yo no he de contener mi boca, hablaré en la angustia de mi
espíritu, me quejaré en la amargura de mi alma.
12 ¿Acaso soy yo el Mar, soy el monstruo marino, para que pongas
guardia contra mí?
13 Si digo: «Mi cama me consolará, compartirá mi lecho mis
lamentos»,
14 con sueños entonces tú me espantas, me sobresaltas con visiones.
15 ¡Preferiría mi alma el estrangulamiento, la muerte más que mis
dolores!
16 Ya me disuelvo, no he de vivir por siempre; ¡déjame ya; sólo un
soplo son mis días!