18 Josué respondió: «Rodad unas piedras grandes a la boca de la
cueva y poned junto a ella hombres que la guarden.
19 Y vosotros no os quedéis quietos: perseguid a vuestros enemigos,
cortadles la retirada, no les dejéis entrar en sus ciudades, porque
Yahveh
vuestro Dios los ha puesto en vuestras manos.»
20 Cuando Josué y los israelitas acabaron de causarles una grandísima
derrota, hasta acabar con ellos, los supervivientes se les escaparon
y se
metieron en las plazas fuertes.
21 Todo el pueblo volvió sano y salvo al campamento, junto a Josué, a
Maquedá, y no hubo nadie que ladrara contra los israelitas.