2 Pero quedaban todavía entre los israelitas siete tribus que no se
habían repartido su heredad.
3 Josué, pues, dijo a los israelitas: «¿Hasta cuándo vais a retardar el ir
a tomar posesión de la tierra que os ha dado Yahveh, el Dios de vuestros
padres?
4 Escoged tres hombres por cada tribu, y los enviaré para que vayan a
recorrer el país y hagan una descripción de él en orden al reparto;
luego
volverán donde mí.
5 Dividirán la tierra en siete partes. Judá se quedará en su territorio al
sur y la casa de José se quedará en su territorio al norte.
6 Vosotros haréis una descripción del país en siete partes, y me la
traeréis para que os la sortee aquí, en presencia de Yahveh nuestro Dios.
7 Porque los levitas no tienen su parte entre vosotros, pues el
sacerdocio de Yahveh es su heredad; y Gad, Rubén y la media tribu
de
Manasés, han recibido ya al lado oriental del Jordán, la heredad que les dio
Moisés, siervo de Yahveh.»
8 Los hombres se pusieron en camino. Josué dio esta orden a los que
iban a hacer la descripción del país: «Id, recorred el país y
describidlo, y
después volved donde mí; yo os haré el sorteo de la tierra aquí delante de
Yahveh, en Silo.»
9 Fueron los hombres, recorrieron la comarca, y la describieron ciudad
por ciudad, en siete partes, en un escrito que llevaron a
Josué, al
campamento de Silo.
10 Josué les echó suertes en Silo, delante de Yahveh, y repartió allí la
tierra entre los israelitas, conforme a sus particiones.