7 Porque los levitas no tienen su parte entre vosotros, pues el
sacerdocio de Yahveh es su heredad; y Gad, Rubén y la media tribu
de
Manasés, han recibido ya al lado oriental del Jordán, la heredad que les dio
Moisés, siervo de Yahveh.»
8 Los hombres se pusieron en camino. Josué dio esta orden a los que
iban a hacer la descripción del país: «Id, recorred el país y
describidlo, y
después volved donde mí; yo os haré el sorteo de la tierra aquí delante de
Yahveh, en Silo.»
9 Fueron los hombres, recorrieron la comarca, y la describieron ciudad
por ciudad, en siete partes, en un escrito que llevaron a
Josué, al
campamento de Silo.
10 Josué les echó suertes en Silo, delante de Yahveh, y repartió allí la
tierra entre los israelitas, conforme a sus particiones.
11 Tocó una suerte a la tribu de los hijos de Benjamin por clanes: los
límites de su suerte resultaron comprendidos entre los de los hijos de Judá
y los de los hijos de José.
12 Su límite, por el lado norte, partía del Jordán, subía por el flanco
norte de Jericó, hasta alcanzar la montaña hacia el oeste, y venía a salir al
desierto de Bet Avén.
13 De allí pasaba el límite hacia Luz, por el flanco sur de Luz, que es
Betel, y bajaba a Atrot Addar sobre el monte que está al sur de Bet Jorón de
Abajo.
14 Torcía el límite y volvía por el oeste hacia el sur, desde el monte
que está al lado meridional de Bet Jorón, para ir a salir hacia Quiryat Baal,
que es Quiryat Yearim, ciudad de los hijos de Judá. Ese era el lado oeste.
15 Y el lado sur: desde el extremo de Quiryat Yearim, el límite seguía
hacia Gasín y salía cerca de la fuente de las aguas de Neftóaj,