8 sino manteneos unidos a Yahveh vuestro Dios, como habéis hecho
hasta el día de hoy.
9 Yahveh ha arrojado de vuestra presencia a pueblos numerosos y
fuertes, y nadie os ha podido resistir hasta el presente.
10 Uno solo de vosotros perseguía a mil, porque Yahveh mismo,
vuestro Dios, peleaba por vosotros, como os lo había prometido.
11 Tendréis buen cuidado, por vuestra vida, de amar a Yahveh vuestro
Dios.
12 «Pero si os desviáis y os unís a ese resto de naciones que quedan
todavía entre vosotros, emparentáis con ellas y entráis en tratos con ellas,
13 tened por sabido que Yahveh vuestro Dios no seguirá arrojando de
delante de vosotros a esos pueblos; serán para vosotros red, lazo, espinas
en vuestros costados y aguijones en vuestros ojos, hasta que desaparezcáis
de esta espléndida tierra que os ha dado Yahveh vuestro Dios.
14 «Mirad que yo me voy ya por el camino de todo el mundo.
Reconoced con todo vuestro corazón y con toda vuestra alma que, de todas
las promesas que Yahveh vuestro Dios había hecho en vuestro favor, no ha
fallado ni una sola: todas se os han cumplido. Ni una sola ha fallado.