...la Biblia de Jerusalén
Josué 8, 26-28
26 Josué no retiró la mano que tenía extendida con el dardo hasta que
consagró al anatema a todos los habitantes de Ay.
27 Israel se repartió solamente el ganado y los despojos de dicha
ciudad, según la orden que Yahveh había dado a Josué.
28 Josué incendió Ay y la convirtió para siempre en una ruina, en
desolación hasta el día de hoy.