4 y recurrieron también ellos a la astucia. Fueron y se proveyeron de
víveres, tomaron alforjas viejas para sus asnos y odres de vino viejos, rotos
y recosidos;
5 sandalias viejas y remendadas en sus pies y vestidos viejos. Todo el
pan que llevaban para su alimento era seco y desmigado.
6 Fueron donde Josué, al campamento de Guilgal, y le dijeron a él y a
los hombres de Israel: «Venimos de un país lejano: haced, pues, alianza con
nosotros.
7 Los hombres de Israel respondieron a aquellos jivitas: «Acaso
habitáis en medio de nosotros y entonces no podemos hacer alianza con
vosotros.»
8 Respondieron a Josué: «Somos tus siervos.» Josué les dijo:
«¿Quiénes sois vosotros y de dónde venís?»
9 Le respondieron: «De muy lejana tierra vienen tus siervos, por la
fama de Yahveh tu Dios, pues hemos oído hablar de él, de todo lo que ha
hecho en Egipto
10 y de todo lo que ha hecho con los dos reyes amorreos del otro lado
del Jordán, Sijón, rey de Jesbón y Og, rey de Basán, que vivía en Astarot.
11 Y nos han dicho nuestros ancianos y todos los habitantes de nuestra
tierra: «Tomad en vuestras manos provisiones para el viaje, id a su
encuentro y decidles: “Siervos vuestros somos: haced, pues, alianza con
nosotros.”
12 Este nuestro pan estaba caliente cuando hicimos provisión de él en
nuestras casas para el viaje, el día en que partimos para venir a
vuestro
encuentro: miradlo ahora duro y desmigado.
13 Estos odres de vino, que eran nuevos cuando los llenamos, se han
roto; nuestras sandalias y nuestros vestidos están gastados por lo largo del
camino.»
14 Los hombres hicieron aprecio de sus provisiones sin consultar el
oráculo de Yahveh.
15 Josué hizo las paces con ellos, hizo con ellos pacto de conservarles
la vida, y los principales de la comunidad se lo juraron.