Biblia Viva

...la Biblia de Jerusalén

Juan 12, 18-30

18 Por eso también salió la gente a su encuentro, porque habían oído
que él había realizado aquella señal.

19 Entonces los fariseos se dijeron entre sí: «¿Veis cómo no adelantáis
nada?, todo el mundo se ha ido tras él.»

20 Había algunos griegos de los que subían a adorar en la fiesta.

21 Estos se dirigieron a Felipe, el de Betsaida de Galilea, y le rogaron:

«Señor, queremos ver a Jesús.»

22 Felipe fue a decírselo a Andrés; Andrés y Felipe fueron a decírselo
a Jesús.

23 Jesús les respondió: «Ha llegado la hora de que sea glorificado el
Hijo de hombre.

24 En verdad, en verdad os digo: si el grano de trigo no cae en tierra y
muere, queda él solo; pero si muere, da mucho fruto.


25 El que ama su vida, la pierde; y el que odia su vida en este mundo,
la guardará para una vida eterna.

26 Si alguno me sirve, que me siga, y donde yo esté, allí estará
también mi servidor. Si alguno me sirve, el Padre le honrará.

27 Ahora mi alma está turbada. Y ¿que voy a decir? ¡Padre, líbrame
de esta hora! Pero ¡si he llegado a esta hora para esto!

28 Padre, glorifica tu Nombre.» Vino entonces una voz del cielo: «Le
he glorificado y de nuevo le glorificaré.»

29 La gente que estaba allí y lo oyó decía que había sido un trueno.

Otros decían: «Le ha hablado un ángel.»

30 Jesús respondió: «No ha venido esta voz por mí, sino por vosotros.