8 Porque pobres siempre tendréis con vosotros; pero a mí no siempre
tendréis.»
9 Gran número de judíos supieron que Jesús estaba allí y fueron, no
sólo por Jesús, sino también por ver a Lázaro, a quien había resucitado de
entre los muertos.
10 Los sumos sacerdotes decidieron dar muerte también a Lázaro,
11 porque a causa de él muchos judíos se les iban y creían en Jesús.
12 Al día siguiente, al enterarse la numerosa muchedumbre que había
llegado para la fiesta, de que Jesús se dirigía a Jerusalén,
13 tomaron ramas de palmera y salieron a su encuentro gritando: = «¡
Hosanna! ¡Bendito el que viene en nombre del Señor, = y el Rey de Israel!»
14 Jesús, habiendo encontrado un borriquillo, se montó en él, según
está escrito:
15 = No temas, hija de Sión; mira que viene tu Rey montado en un
pollino de asna. =
16 Esto no lo comprendieron sus discípulos de momento; pero cuando
Jesús fue glorificado, cayeron en la cuenta de que esto estaba escrito sobre
él, y que era lo que le habían hecho.
17 La gente que estaba con él cuando llamó a Lázaro de la tumba y le
resucitó de entre los muertos, daba testimonio.
18 Por eso también salió la gente a su encuentro, porque habían oído
que él había realizado aquella señal.
19 Entonces los fariseos se dijeron entre sí: «¿Veis cómo no adelantáis
nada?, todo el mundo se ha ido tras él.»
20 Había algunos griegos de los que subían a adorar en la fiesta.