23 Pero llegaron barcas de Tiberíades cerca del lugar donde habían
comido pan.
24 Cuando la gente vio que Jesús no estaba allí, ni tampoco sus
discípulos, subieron a las barcas y fueron a Cafarnaúm, en busca de Jesús.
25 Al encontrarle a la orilla del mar, le dijeron: «Rabbí, ¿cuándo has
llegado aquí?»
26 Jesús les respondió: «En verdad, en verdad os digo: vosotros me
buscáis, no porque habéis visto señales, sino porque habéis comido de los
panes y os habéis saciado.
27 Obrad, no por el alimento perecedero, sino por el alimento que
permanece para vida eterna, el que os dará el Hijo del hombre,
porque a
éste es a quien el Padre, Dios, ha marcado con su sello.»
28 Ellos le dijeron: «¿Qué hemos de hacer para obrar las obras de
Dios?»
29 Jesús les respondió: «La obra de Dios es que creáis en quien él ha
enviado.»
30 Ellos entonces le dijeron: «¿Qué señal haces para que viéndola
creamos en ti? ¿Qué obra realizas?
31 Nuestros padres comieron el maná en el desierto, según está
escrito: = Pan del cielo les dio a comer.» =
32 Jesús les respondió: «En verdad, en verdad os digo: No fue Moisés
quien os dio el pan del cielo; es mi Padre el que os da el verdadero pan del
cielo;
33 porque el pan de Dios es el que baja del cielo y da la vida
al
mundo.»
34 Entonces le dijeron: «Señor, danos siempre de ese pan.»
35 Les dijo Jesús: «Yo soy el pan de la vida. El que venga a mí, no
tendrá hambre, y el que crea en mí, no tendrá nunca sed.
36 Pero ya os lo he dicho: Me habéis visto y no creéis.
37 Todo lo que me dé el Padre vendrá a mí, y al que venga a mí no lo
echaré fuera;
38 porque he bajado del cielo, no para hacer mi voluntad, sino la
voluntad del que me ha enviado.
39 Y esta es la voluntad del que me ha enviado; que no pierda nada de
lo que él me ha dado, sino que lo resucite el último día.
40 Porque esta es la voluntad de mi Padre: que todo el que vea al Hijo
y crea en él, tenga vida eterna y que yo le resucite el último día.»
41 Los judíos murmuraban de él, porque había dicho: «Yo soy el pan
que ha bajado del cielo.»
42 Y decían: «¿No es éste Jesús, hijo de José, cuyo padre y madre
conocemos? ¿Cómo puede decir ahora: He bajado del cielo?»
43 Jesús les respondió: «No murmuréis entre vosotros.
44 «Nadie puede venir a mí, si el Padre que me ha enviado no lo atrae;
y yo le resucitaré el último día.
45 Está escrito en los profetas: = Serán todos enseñados por Dios. =
Todo el que escucha al Padre y aprende, viene a mí.
46 No es que alguien haya visto al Padre; sino aquel que ha venido de
Dios, ése ha visto al Padre.
47 En verdad, en verdad os digo: el que cree, tiene vida eterna.