Biblia Viva

...la Biblia de Jerusalén

Juan 6, 56-69

56 El que come mi carne y bebe mi sangre, permanece en mí, y yo en

él.

57 Lo mismo que el Padre, que vive, me ha enviado y yo vivo por el

Padre, también el que me coma vivirá por mí.

58 Este es el pan bajado del cielo; no como el que comieron vuestros
padres, y murieron; el que coma este pan vivirá para siempre.»

59 Esto lo dijo enseñando en la sinagoga, en Cafarnaúm.

60 Muchos de sus discípulos, al oírle, dijeron: «Es duro este lenguaje.

¿Quién puede escucharlo?»

61 Pero sabiendo Jesús en su interior que sus discípulos murmuraban
por esto, les dijo: «¿Esto os escandaliza?

62 ¿Y cuando veáis al Hijo del hombre subir adonde estaba antes?...
63 «El espíritu es el que da vida; la carne no sirve para nada.
Las

palabras que os he dicho son espíritu y son vida.

64 «Pero hay entre vosotros algunos que no creen.» Porque Jesús
sabía desde el principio quiénes eran los que no creían y quién era el que lo
iba a entregar.

65 Y decía: «Por esto os he dicho que nadie puede venir a mí si no se
lo concede el Padre.»

66 Desde entonces muchos de sus discípulos se volvieron atrás y ya
no andaban con él.

67 Jesús dijo entonces a los Doce: «¿También vosotros queréis
marcharos?»

68 Le respondió Simón Pedro: «Señor, ¿donde quién vamos a ir? Tú
tienes palabras de vida eterna,

69 y nosotros creemos y sabemos que tú eres el Santo de Dios.»