36 ¿Qué es eso que ha dicho: “Me buscaréis y no me encontraréis”, y
“adonde yo esté, vosotros no podéis venir”?»
37 El último día de la fiesta, el más solemne, Jesús puesto en pie,
gritó: «Si alguno tiene sed, venga a mí, y beba
38 el que crea en mí», como dice la Escritura: De su seno correrán ríos
de agua viva.
39 Esto lo decía refiriéndose al Espíritu que iban a recibir los que
creyeran en él. Porque aún no había Espíritu, pues todavía Jesús no había
sido glorificado.
40 Muchos entre la gente, que le habían oído estas palabras, decían:
«Este es verdaderamente el profeta.»
41 Otros decían: «Este es el Cristo.» Pero otros replicaban: «¿Acaso
va a venir de Galilea el Cristo?
42 ¿No dice la Escritura que el Cristo vendrá de la descendencia de
David y de Belén, el pueblo de donde era David?»