Biblia Viva

...la Biblia de Jerusalén

Juan 9, 4-25

4 Tenemos que trabajar en las obras del que me ha enviado mientras
es de día; llega la noche, cuando nadie puede trabajar.

5 Mientras estoy en el mundo, soy luz del mundo.»

6 Dicho esto, escupió en tierra, hizo barro con la saliva, y untó con el
barro los ojos del ciego

7 y le dijo: «Vete, lávate en la piscina de Siloé» (que quiere
decir
Enviado). El fue, se lavó y volvió ya viendo.

8 Los vecinos y los que solían verle antes, pues era mendigo, decían:

«¿No es éste el que se sentaba para mendigar?»

9 Unos decían: «Es él». «No, decían otros, sino que es uno que se le
parece.» Pero él decía: «Soy yo.»

10 Le dijeron entonces: «¿Cómo, pues, se te han abierto los ojos?»

11 El respondió: «Ese hombre que se llama Jesús, hizo barro, me untó
los ojos y me dijo: “Vete a Siloé y lávate.” Yo fui, me lavé y vi.»

12 Ellos le dijeron: «¿Dónde está ése?» El respondió: «No lo sé.»
13 Lo llevan donde los fariseos al que antes era ciego.

14 Pero era sábado el día en que Jesús hizo barro y le abrió los ojos.
15 Los fariseos a su vez le preguntaron cómo había recobrado la vista.

El les dijo: «Me puso barro sobre los ojos, me lavé y veo.»

16 Algunos fariseos decían: «Este hombre no viene de Dios, porque
no guarda el sábado.» Otros decían: «Pero, ¿cómo puede un pecador
realizar semejantes señales?» Y había disensión entre ellos.

17 Entonces le dicen otra vez al ciego: «¿Y tú qué dices de él, ya que
te ha abierto los ojos?» El respondió: «Que es un profeta.»

18 No creyeron los judíos que aquel hombre hubiera sido ciego, hasta
que llamaron a los padres del que había recobrado la vista

19 y les preguntaron: «¿Es éste vuestro hijo, el que decís que nació
ciego? ¿Cómo, pues, ve ahora?»

20 Sus padres respondieron: «Nosotros sabemos que este es nuestro
hijo y que nació ciego.

21 Pero, cómo ve ahora, no lo sabemos; ni quién le ha abierto los ojos,
eso nosotros no lo sabemos. Preguntadle; edad tiene; puede hablar de

mismo.»


22 Sus padres decían esto por miedo por los judíos, pues los judíos se
habían puesto ya de acuerdo en que, si alguno le reconocía como Cristo,
quedara excluido de la sinagoga.

23 Por eso dijeron sus padres: «Edad tiene; preguntádselo a él.»

24 Le llamaron por segunda vez al hombre que había sido ciego y le
dijeron: «Da gloria a Dios. Nosotros sabemos que ese hombre es un
pecador.»

25 Les respondió: «Si es un pecador, no lo sé. Sólo sé una cosa: que
era ciego y ahora veo.»