3 Queridos, tenía yo mucho empeño en escribiros acerca de nuestra
común salvación y me he visto en la necesidad de hacerlo para exhortaros a
combatir por la fe que ha sido transmitida a los santos de una vez
para
siempre.
4 Porque se han introducido solapadamente algunos que hace tiempo
la Escritura señaló ya para esta sentencia. Son impíos, que
conviertan en
libertinaje la gracia de nuestro Dios y niegan al único Dueño y
Señor
nuestro Jesucristo.
5 Quiero recordaros a vosotros, que ya habéis aprendido todo esto de
una vez para siempre, que el Señor, habiendo librado al pueblo de la tierra
de Egipto, destruyó después a los que no creyeron;