12 En vista de que se les acaban los víveres y escasea el agua, han
deliberado echar mano de sus ganados y están ya decididos a consumir todo
aquello que su Dios, por sus leyes, les ha prohibido comer.
13 Han decidido, igualmente, consumir las primicias del trigo y el
diezmo del vino y del aceite que habían reservado, porque
están
consagrados a los sacerdotes que están en la presencia de nuestro Dios, en
Jerusalén, y que ningún laico puede ni tan siquiera tocar con la mano.
14 Han enviado mensajeros a Jerusalén (cuyos habitantes hacen estas
mismas cosas) para recabar del Consejo de Ancianos los permisos.