Biblia Viva

...la Biblia de Jerusalén

Judit 11, 2-9

2 Tampoco contra tu pueblo de la montaña habría alzado yo mi lanza,
si ellos no me hubieran despreciado; pero ellos mismos lo han querido.

3 Dime ahora por qué razón huyes de ellos y te pasas a nosotros.
Desde luego, al venir aquí te has salvado. Ten confianza; vivirás esta noche
y las restantes.

4 Nadie te hará ningún mal; serás bien tratada, como se hace con los
siervos de mi señor, el rey Nabucodonosor.»

5 Respondió Judit: «Acoge las palabras de tu sierva, y que tu sierva
pueda hablar en tu presencia. Ninguna falsedad diré esta noche a mi señor.

6 Si te dignas seguir los consejos de tu sierva, Dios actuará contigo
hasta el fin y mi señor no fracasará en sus proyectos.

7 ¡Viva Nabucodonosor, rey de toda la tierra y viva su poder que te
ha enviado para poner en el recto camino a todo viviente!; porque gracias a
ti no le sirven tan sólo los hombres, sino que, por medio de tu fuerza, hasta
las fieras salvajes, los ganados y las aves del cielo viven
para
Nabucodonosor y para toda su casa.

8 «Nosotros, en efecto, hemos oído hablar de tu sabiduría y de la
prudencia de tu espíritu, y se dice por toda la tierra que tú eres el mejor en
todo el reino, de profundos conocimientos y admirable como estratega.

9 Por lo que se refiere al discurso que Ajior pronunció en tu Consejo,
nosotros hemos oído sus mismas palabras, pues los hombres de Betulia le
han salvado y él les refirió todo lo que te dijo.