13 Salió Bagoas de la presencia de Holofernes, entró en la tienda de
Judit y dijo: «Que esta bella esclava no se niegue a venir donde mi señor,
para ser honrada en su presencia, para beber vino alegremente con nosotros
y ser, en esta ocasión, como una de las hijas de los asirios que viven en el
palacio de Nabucodonosor.»
14 Judit le respondió: «¿Quién soy yo para oponerme a mi señor?
Haré prontamente todo cuanto le agrade y ello será para mí motivo de gozo
mientras viva.»
15 Después se levantó y se engalanó con sus vestidos y todos sus
ornatos femeninos. Se adelantó su sierva para extender en tierra,
frente a
Holofernes, los tapices que había recibido de Bagoas para el uso cotidiano,
con el fin de que pudiera tomar la comida reclinada sobre ellos.