16 Entrando luego Judit, se reclinó. El corazón de Holofernes quedó
arrebatado por ella, su alma quedó turbada y experimentó un violento deseo
de unirse a ella, pues desde el día que la vio, andaba buscando ocasión de
seducirla.
17 Díjole Holofernes: «¡Bebe, pues, y comparte la alegría con
nosotros!»