2 Pero Judit dijo: «No debo comer esto, para que no me sea ocasión
de falta. Se me dará de las provisiones que traje conmigo.»
3 Holofernes le dijo: «Cuando se te acaben las cosas que tienes, ¿de
dónde podremos traerte otras iguales? Porque no hay nadie de los
tuyos
con nosotros.»
4 Respondió Judit: «Por tu vida, mi señor; que, antes que tu sierva
haya consumido lo que traje, cumplirá el Señor, por mi
mano, sus
designios.»
5 Los siervos de Holofernes la condujeron a la tienda, y ella durmió
hasta media noche. Al acercarse la vigilia de la aurora, se levantó,
6 y envió a decir a Holofernes: «Ordene mi señor que se dé a tu sierva
permiso para salir a orar.»
7 Holofernes ordenó a su escolta que no se lo impidieran. Judit
permaneció tres días en el campamento. Cada noche se dirigía hacia
el
barranco de Betulia y se lavaba en la fuente donde estaba el puesto
de
guardia.