1 Cuando se hizo tarde, sus oficiales se apresusaron a retirarse y
Bagoas cerró la tienda por el exterior, después de haber apartado de
la
presencia de su señor a los que todavía quedaban; y todos se fueron
a
dormir, fatigados por el exceso de bebida;
2 quedaron en la tienda tan sólo Judit y Holofernes, desplomado
sobre su lecho y rezumando vino.
3 Judit había mandado a su sierva que se quedara fuera de su
dormitorio y esperase a que saliera, como los demás días. Porque, en efecto,
ella había dicho que saldría para hacer su oración y en este mismo sentido
había hablado a Bagoas.