17 Todo el pueblo quedó lleno de estupor y postrándose adoraron a
Dios y dijeron a una: «¡Bendito seas, Dios nuestro, que has aniquilado el
día de hoy a los enemigos de tu pueblo!»
18 Ozías dijo a Judit: «¡Bendita seas, hija del Dios Altísimo más que
todas las mujeres de la tierra! Y bendito sea Dios, el Señor,
Creador del
cielo y de la tierra, que te ha guiado para cortar la cabeza del
jefe de
nuestros enemigos.
19 Jamás tu confianza faltará en el corazón de los hombres que
recordarán la fuerza de Dios eternamente.
20 Que Dios te conceda, para exaltación perpetua, el ser favorecida
con todos los bienes, porque no vacilaste en exponer tu vida a causa de la
humillación de nuestra raza. Detuviste nuestra ruina
procediendo
rectamente ante nuestro Dios.» Todo el pueblo respondió: «¡Amén, amén!»