13 hasta llegar a la tienda de Holofernes. Dijeron, pues, a su
intendente general: «Despierta a nuestro señor, porque esos esclavos tienen
la osadía de bajar a combatir contra nosotros, para hacerse exterminar
completamente.»
14 Entró, pues, Bagoas y dio palmadas ante la cortina de la tienda,
porque suponía que Holofernes estaría durmiendo con Judit.
15 Como nadie respondía, apartó la cortina, entró en el dormitorio, y
lo encontró tendido sobre el umbral muerto y decapitado.
16 Dio entonces una gran voz, con gemido y llanto y fuertes alaridos,
al tiempo que rasgaba sus vestiduras.
17 Entró luego en la tienda en que se había aposentado Judit, y al no
verla, se precipitó hacia la tropa gritando: