3 También los que estaban acampados en la altura, sitiando a Betulia,
se dieron a la fuga; entonces, todos los hombres de guerra de Israel cayeron
sobre ellos.
4 Ozías mandó aviso a Betomestáin, a Bebé, Jobá y Kolá, y a toda la
montaña de Israel, dando noticia de cuanto había pasado, para que todos se
arrojaran sobre los enemigos y los exterminaran.
5 Cuando los israelitas lo supieron, todos, como un solo hombre, se
lanzaron sobre los asirios y los batieron hasta Jobá. También acudieron los
de Jerusalén y los de la montaña, porque también a ellos se les dio noticia
de lo sucedido en el campo enemigo; de igual modo, los de Galaad y
Galilea, atacándoles de flanco, les hicieron enorme estrago hasta que
pudieron refugiarse en Damasco y su región.
6 En cuanto a los demás habitantes de Betulia, cayeron sobre el
campamento asirio, le saquearon y obtuvieron grandes riquezas.
7 Los israelitas, de vuelta de la matanza, se hicieron dueños del resto;
también los de las aldeas y granjas de la montaña y del llano obtuvieron
gran botín, porque había una abundancia incalculable.
8 El sumo sacerdote Yoyaquim, con el Consejo de Ancianos de Israel
y los habitantes de Jerusalén, vinieron a contemplar los bienes que el Señor
había hecho a Israel, y a ver y saludar a Judit.
9 En llegando a su presencia, todos a una voz la bendijeron diciendo:
«Tú eres la exaltación de Jerusalén, tú el gran orgullo de Israel,
tú la
suprema gloria de nuestra raza.