1 ¡Alabad a mi Dios con tamboriles, elevad cantos al Señor con
címbalos, ofrecedle los acordes de un salmo de alabanza, ensalzad e
invocad su Nombre!
2 Porque el Señor es un Dios quebrantador de guerras, porque en sus
campos, en medio de su pueblo me arrancó de la mano de
mis
perseguidores.
3 Vinieron los asirios de los montes del norte, vinieron con tropa
innumerable; su muchedumbre obstruía los torrentes, y sus caballos cubrían
las colinas.
4 Hablaba de incendiar mis tierras, de pasar mis jóvenes a espada, de
estrellar contra el suelo a los lactantes, de entregar como botín a mis niños y
de dar como presa a mi doncellas.
5 El Señor Omnipotente por mano de mujer los anuló.
6 Que no fue derribado su caudillo por jóvenes guerreros, ni le
hirieron hijos de Titanes, ni altivos gigantes le vencieron; le subyugó Judit,
hija de Merarí, con sólo la hermosura de su rostro.
7 Se despojó de sus vestidos de viudez, para exaltar a los afligidos de
Israel; ungió su rostro de perfumes,
8 prendió con una cinta sus cabellos, ropa de lino vistió para
seducirle.
9 La sandalia de ella le robó los ojos, su belleza cautivóle el alma ¡y
la cimitarra atravesó su cuello!
10 Se estremecieron los persas por su audacia, se turbaron los medos
por su temeridad.