3 Nuestras granjas y todo nuestro territorio, nuestros campos de trigo,
los rebaños de ovejas y bueyes, todas las majadas de
nuestros
campamentos, están a tu disposición. Haz con ellos lo que quieras.
4 También nuestras ciudades y los que las habitan son siervos tuyos.
Ven, dirígete a ellas y haz lo que te parezca bien.»