4 y no podrán resistir el empuje de nuestros caballos. Los pasaremos
a fuego sin distinción. Sus montes se embriagarán de su sangre y sus
llanuras se colmarán con sus cadáveres. No podrán mantenerse a pie firme
ante nosotros y serán totalmente destruidos, dice el rey Nabucodonosor,
Señor de toda la tierra. Porque lo ha dicho y no quedarán sin cumplimiento
sus palabras.