7 Mis servidores te van a llevar a la montaña y te van a dejar en una
de las ciudades que están en las subidas.
8 No perecerás sino cuando seas aniquilado justo con ellos.
9 Y no muestres un rostro tan abatido ya que en tu corazón esperas
que no serán conquistados. Así lo digo y no dejará de cumplirse ni una sola
de mis palabras.»