24 «Juzgue Dios entre nosotros y vosotros, pues habéis cometido una
gran injusticia contra nosotros, por no haber hecho tentativas de
paz con
los asirios.
25 Y ahora no hay nadie que pueda valernos. Dios nos ha vendido en
sus manos, para sucumbir ante ellos de sed y destrucción total.
26 Llamadles ahora mismo y entregad toda la ciudad al saqueo de la
gente de Holofernes y de todo su ejército.
27 Mejor nos es convertirnos en botín suyo. Seremos sus esclavos,
pero salvaremos la vida y no tendremos que ver cómo, a nuestros ojos, se
mueren nuestros niños y expiran nuestras mujeres y nuestros hijos.