17 Manóaj dijo entonces al Ángel de Yahveh: «¿Cuál es tu nombre
para que, cuando se cumpla tu palabra, te podamos honrar?»
18 El Ángel de Yahveh le respondió: «¿Por qué me preguntas el
nombre, si es maravilloso?.»
19 Manóaj tomó el cabrito y la oblación y lo ofreció en holocausto,
sobre la roca, a Yahveh, que obra maravillas. Manóaj y su mujer estaban
mirando.
20 Cuando la llama subía del altar hacia el cielo, el Ángel de Yahveh
subía en la llama. Manóaj y su mujer lo estaban viendo y cayeron rostro en
tierra.
21 Al desaparecer el Ángel de Yahveh de la vista de Manóaj y su
mujer, Manóaj se dio cuenta de que era el Ángel de Yahveh.