17 le abrió todo su corazón y le dijo: «La navaja no ha pasado jamás
por mi cabeza, porque soy nazir de Dios desde el vientre de mi madre. Si
me rasuraran, mi fuerza se retiraría de mí, me debilitaría y sería como un
hombre cualquiera.»
18 Dalila comprendió entonces que le había abierto todo su corazón,
mandó llamar a los tiranos de los filisteos y les dijo: «Venid esta vez, pues
me ha abierto todo su corazón.» Y los tiranos de los filisteos vinieron donde
ella con el dinero en la mano.