7 Los cinco hombres partieron y llegaron a Lais. Vieron que las gentes
que habitaban allí vivían seguras, según las costumbres de los
sidonios,
tranquilas y confiadas; que nada faltaba allí de cuanto produce la tierra, que
estaban lejos de los sidonios y no tenían relaciones con los arameos.
8 Volvieron entonces donde sus hermanos, a Sorá y Estaol, y éstos les
preguntaron: «¿Qué noticias traéis?»
9 Ellos respondieron: «¿Arriba!, vayamos contra ellos, porque hemos
visto el país y es excelente. Pero ¿por qué estáis parados sin decir nada? No
dudéis en partir para ir a conquistar aquella tierra.
10 Cuando lleguéis, os encontraréis con un pueblo tranquilo. El país
es espacioso: Dios lo ha puesto en nuestras manos; es un lugar en el que no
falta nada de lo que puede haber sobre la tierra.»