2 Pero vosotros no pactaréis con los habitantes de este país; sino que
destruiréis sus altares.” Pero no habéis escuchado mi voz. ¿Por qué habéis
hecho esto?
3 Por eso os digo: No los arrojaré delante de vosotros; serán vuestros
opresores y sus dioses una trampa para vosotros.»
4 Así que el Ángel de Yahveh dijo estas palabras a todos los israelitas,
el pueblo se puso a llorar a gritos.