Biblia Viva

...la Biblia de Jerusalén

Jueces 20, 12-29

12 Las tribus de Israel enviaron emisarios a toda la tribu de Benjamín
diciendo: «¿Qué crimen es ése que se ha cometido entre vosotros?

13 Ahora, pues, entregadnos a esos hombres malvados de Guibeá,
para que los matemos y desaparezca el mal de Israel.» Pero los benjaminitas
no quisieron hacer caso a sus hermanos los israelitas.


14 Los benjaminitas, dejando sus ciudades, se reunieron en Guibeá
para salir al combate contra los israelitas.

15 Aquel día los benjaminitas llegados de las diversas ciudades
hicieron el censo, que dio en total 25.000 hombres armados de espada, sin
contar los habitantes de Guibeá.

16 En toda esta tropa había setecientos hombres elegidos, zurdos,
capaces todos ellos de lanzar una piedra con la honda contra un cabello sin
errar el tiro.

17 La gente de Israel hizo también el censo. Sin contar a Benjamín,
eran 400.000 armados de espada; todos hombres de guerra.

18 Partieron, pues, y subieron a Betel. Consultaron a Dios y le
preguntaron los israelitas: «¿Quién de nosotros subirá el primero a combatir
contra los benjaminitas?» Y Yahveh respondió: «Judá subirá primero.»

19 Los israelitas se levantaron temprano y acamparon frente a Guibeá.
20 Salieron los hombres de Israel para combatir contra Benjamín y se

pusieron en orden de batalla frente a Guibeá.

21 Pero los benjaminitas salieron de Guibeá y dejaron muertos en
tierra aquel día a 22.000 hombres de Israel.

22 Los israelitas subieron a llorar delante de Yahveh hasta la tarde y
luego consultaron a Yahveh diciendo: «¿He de entablar combate otra vez
contra los hijos de mi hermano Benjamín?» Yahveh respondió: «Subid
contra él.»

23 Entonces la tropa de Israel recobró su valor y volvió a ponerse en
orden de batalla en el mismo lugar que el primer día.

24 El segundo día los israelitas se acercaron a los benjaminitas;

25 pero también aquel segundo día Benjamín salió de Guibeá a su
encuentro y volvió a dejar tendidos en tierra a 18.000 israelitas; todos ellos
armados de espada.

26 Entonces todos los israelitas y todo el pueblo subieron hasta Betel,
lloraron, se quedaron allí delante de Yahveh, ayunaron todo el día hasta la
tarde y ofrecieron holocaustos y sacrificios de comunión
delante de
Yahveh.

27 Consultaron luego los israelitas a Yahveh, pues el arca de la alianza
de Dios se encontraba allí,

28 y Pinjás, hijo de Eleazar, hijo de Aarón, estaba entonces a su
servicio. Dijeron: «¿He de salir otra vez a combatir a los hijos de
mi
hermano Benjamín o debo dejarlo?» Yahveh respondió: «Subid, porque
mañana lo entregaré en vuestras manos.»

29 Israel puso gente emboscada alrededor de Guibeá.