14 Los benjaminitas, dejando sus ciudades, se reunieron en Guibeá
para salir al combate contra los israelitas.
15 Aquel día los benjaminitas llegados de las diversas ciudades
hicieron el censo, que dio en total 25.000 hombres armados de espada, sin
contar los habitantes de Guibeá.
16 En toda esta tropa había setecientos hombres elegidos, zurdos,
capaces todos ellos de lanzar una piedra con la honda contra un cabello sin
errar el tiro.
17 La gente de Israel hizo también el censo. Sin contar a Benjamín,
eran 400.000 armados de espada; todos hombres de guerra.
18 Partieron, pues, y subieron a Betel. Consultaron a Dios y le
preguntaron los israelitas: «¿Quién de nosotros subirá el primero a combatir
contra los benjaminitas?» Y Yahveh respondió: «Judá subirá primero.»
19 Los israelitas se levantaron temprano y acamparon frente a Guibeá.
20 Salieron los hombres de Israel para combatir contra Benjamín y se
pusieron en orden de batalla frente a Guibeá.
21 Pero los benjaminitas salieron de Guibeá y dejaron muertos en
tierra aquel día a 22.000 hombres de Israel.
22 Los israelitas subieron a llorar delante de Yahveh hasta la tarde y
luego consultaron a Yahveh diciendo: «¿He de entablar combate otra vez
contra los hijos de mi hermano Benjamín?» Yahveh respondió: «Subid
contra él.»
23 Entonces la tropa de Israel recobró su valor y volvió a ponerse en
orden de batalla en el mismo lugar que el primer día.
24 El segundo día los israelitas se acercaron a los benjaminitas;
25 pero también aquel segundo día Benjamín salió de Guibeá a su
encuentro y volvió a dejar tendidos en tierra a 18.000 israelitas; todos ellos
armados de espada.
26 Entonces todos los israelitas y todo el pueblo subieron hasta Betel,
lloraron, se quedaron allí delante de Yahveh, ayunaron todo el día hasta la
tarde y ofrecieron holocaustos y sacrificios de comunión
delante de
Yahveh.
27 Consultaron luego los israelitas a Yahveh, pues el arca de la alianza
de Dios se encontraba allí,
28 y Pinjás, hijo de Eleazar, hijo de Aarón, estaba entonces a su
servicio. Dijeron: «¿He de salir otra vez a combatir a los hijos de
mi
hermano Benjamín o debo dejarlo?» Yahveh respondió: «Subid, porque
mañana lo entregaré en vuestras manos.»
29 Israel puso gente emboscada alrededor de Guibeá.
30 Al tercer día los israelitas marcharon contra los benjaminitas y se
pusieron en orden de batalla como las otras veces frente a Guibeá.
31 Los benjaminitas salieron a su encuentro y se dejaron atraer lejos
de la ciudad. Comenzaron como las otras veces a matar gente del
pueblo
por los caminos que suben, uno a Betel y otro a Guibeá, a campo raso: unos
treinta hombres de Israel.
32 Los benjaminitas se dijeron: «Han sido derrotados ante nosotros
como la primera vez.» Pero los israelitas se habían dicho: «Vamos a
huir
para atraerlos lejos de la ciudad hacia los caminos.»
33 Entonces todos los hombres de Israel se levantaron de sus puestos,
tomaron posiciones en Baal Tamar, y los emboscados de Israel atacaron
desde su puesto al oeste de Gueba.
34 10.000 hombres elegidos de todo Israel llegaron frente a Guibeá. El
combate se endureció; los benjaminitas no se daban cuenta de la calamidad
que se les venía encima.
35 Yahveh derrotó a Benjamín ante Israel y aquel día los israelitas
mataron en Benjamín a 25.100 hombres, todos ellos armados de espada.
36 Los benjaminitas se vieron derrotados. Los hombres de Israel
habían cedido terreno a Benjamín porque contaban con la emboscada que
habían puesto contra Guibeá.
37 Los emboscados marcharon a toda prisa contra Guibeá, se
desplegaron y pasaron a cuchillo a toda la ciudad.
38 La gente de Israel y los emboscados habían convenido en levantar
una humareda, como señal, desde la ciudad;
39 entonces harían frente a los combatientes de Israel. Benjamín
comenzó matando a algunos israelitas, unos treinta hombres. Y se decían:
«Están completamente derrotados ante nosotros, como en la
primera
batalla.»
40 Pero entonces, la señal, la columna de humo, comenzó a levantarse
de la ciudad, y Benjamín, mirando atrás, vio que toda la ciudad
subía en
llamas al cielo.
41 Entonces los hombres de Israel hicieron frente y los benjaminitas
temblaron al ver la calamidad que se les venía encima.
42 Volvieron la espalda ante la gente de Israel camino del desierto,
pero los combatientes los acosaban, y los que venían de la ciudad
los
destrozaban cogiéndolos en medio.