15 Los jefes de Isacar están con Débora, y Neftalí, con Baraq, en la
llanura, lanzado tras sus huellas. En los arroyos de Rubén,
magnánimas
decisiones.
16 ¿Por qué te has quedado en los corrales, escuchando silbidos entre
los rebaños? (En los arroyos de Rubén, magnánimas decisiones.)
17 Allende el Jordán, Galaad se queda, y Dan, ¿por qué vive en naves
extranjeras? Aser se ha quedado a orillas del mar, tranquilo en sus puertos
mora.
18 Zabulón es un pueblo que reta a la muerte, y Neftalí, en las alturas
del país.
19 Vinieron los reyes, combatieron, entonces combatieron los reyes de
Canaán, en Tanak, en las aguas de Meguiddó, mas sin lograr botín de plata.
20 Desde los cielos lucharon las estrellas, desde sus órbitas lucharon
contra Sísara.
21 El torrente Quisón barriólos, ¡el viejo torrente, el torrente Quisón!
¡Avanza, alma mía, con denuedo!
22 Cascos de caballos sacuden el suelo: ¡galopan, galopan sus
corceles!
23 Maldecid a Meroz, dice el Ángel de Yahveh, maldecid, maldecid a
sus moradores: pues no vinieron en ayuda de Yahveh, en ayuda de Yahveh
como los héroes.
24 ¡Bendita entre las mujeres Yael (la mujer de Jéber el quenita), entre
las mujeres que habitan en tiendas, bendita sea!