20 Desde los cielos lucharon las estrellas, desde sus órbitas lucharon
contra Sísara.
21 El torrente Quisón barriólos, ¡el viejo torrente, el torrente Quisón!
¡Avanza, alma mía, con denuedo!
22 Cascos de caballos sacuden el suelo: ¡galopan, galopan sus
corceles!
23 Maldecid a Meroz, dice el Ángel de Yahveh, maldecid, maldecid a
sus moradores: pues no vinieron en ayuda de Yahveh, en ayuda de Yahveh
como los héroes.
24 ¡Bendita entre las mujeres Yael (la mujer de Jéber el quenita), entre
las mujeres que habitan en tiendas, bendita sea!
25 Pedía agua, le dio leche, en la copa de los nobles le sirvió nata.
26 Tendió su mano a la clavija, la diestra al martillo de los carpinteros.
Hirió a Sísara, le partió la cabeza, le golpeó y le partió la sien;
27 a sus pies se desplomó, cayó, durmió, a sus pies se desplomó, cayó;
donde se desplomó, allí cayó, deshecho.