36 Gedeón dijo a Dios: «Si verdaderamente vas a salvar por mi mano
a Israel, como has dicho,
37 yo voy a tender un vellón sobre la era; si hay rocío solamente sobre
el vellón y todo el suelo queda seco, sabré que tú salvarás a Israel por mi
mano, como has prometido.»
38 Así sucedió. Gedeón se levantó de madrugada, estrujó el vellón y
exprimió su rocío, una copa llena de agua.