48 entonces Abimélek subió al monte Salmón, con toda su tropa, y
tomando un hacha en sus manos, cortó una rama de árbol, la alzó y
echándosela al hombro dijo a la tropa que le acompañaba: «Lo que me
habéis visto hacer, deprisa, hacedlo también vosotros.»
49 Y todos sus hombres cortaron cada uno su rama; luego siguieron a
Abimélek, pusieron las ramas sobre la cripta y prendieron fuego a la cripta
con ellos debajo. Así murieron también todos los habitantes de Migdal
Siquem, unos mil hombres y mujeres.