30 el sacerdote examinará la llaga, y si ésta aparece más hundida que
la piel, y si hay en ella pelo amarillento y más ralo, el sacerdote lo declarará
impuro; es tiña, o sea, lepra de la cabeza o de la barbilla.
31 Mas si el sacerdote ve que la llaga de tiña no aparece más hundida
que la piel, y que no hay en ella pelo amarillento, recluirá al afectado por la
tiña durante siete días.
32 Al séptimo, el sacerdote examinará el mal, y si no se ha extendido
la tiña, ni hay en ella pelo amarillento, ni la llaga aparece más hundida que
la piel,
33 aquella persona se afeitará, excepto en el lugar de la tiña; y
el
sacerdote recluirá al afectado durante otros siete días.
34 Al séptimo día el sacerdote lo examinará y si no se ha extendido la
llaga por la piel, ni aparece más hundida que la piel, le declarará
puro;
lavará sus vestidos y quedará puro.
35 Pero si la tiña, después de la purificación, se extiende mucho por la
piel,
36 el sacerdote lo examinará. Si comprueba que la tiña se ha extendido
por la piel, el sacerdote ya no tendrá que buscar pelo amarillento; aquella
persona es impura.
37 Mas si, según su opinión, la tiña no se ha extendido y ha brotado en
ella pelo negro, se ha curado la tiña. Esa persona es pura y el sacerdote la
declarará pura.
38 Cuando un hombre o una mujer tengan en su piel manchas
brillantes, manchas blancas,
39 el sacerdote las examinará; si comprueba que las manchas de la
piel son de color blanco, se trata de un eccema que ha brotado en la piel;
esta persona es pura.
40 Si a alguno se le cae el pelo de la cabeza y queda calvo por detrás,
es puro.
41 Si se le cae el pelo de la parte delantera de la cabeza, es calvo por
delante, pero es puro.