25 Después de haber inmolado el cordero del sacrificio de reparación,
el sacerdote tomará sangre de la víctima de reparación y mojará el lóbulo de
la oreja derecha del que se purifica, el pulgar de su mano derecha y el de su
pie derecho.
26 Luego derramará parte del aceite sobre la palma de su mano
izquierda;