17 No odies en tu corazón a tu hermano, pero corrige a tu prójimo,
para que no te cargues con pecado por su causa.
18 No te vengarás ni guardarás rencor contra los hijos de tu pueblo.
Amarás a tu prójimo como a ti mismo. Yo, Yahveh.
19 Guardad mis preceptos. No aparearás ganado tuyo de diversa
especie. No siembres tu campo con dos clases distintas de grano. No uses
ropa de dos clases de tejido.
20 Si un hombre se acuesta maritalmente con una mujer que es una
sierva perteneciente a otro, sin que haya sido rescatada ni liberada, será él
castigado, pero no con pena de muerte, pues ella no era libre.
21 El ofrecerá un carnero, su sacrificio de reparación para Yahveh, a
la entrada de la Tienda del Encuentro; será un carnero de reparación.
22 Con el carnero de reparación, el sacerdote hará expiación por él
ante Yahveh por el pecado que cometió, y se le perdonará su pecado.
23 Cuando entréis en la tierra y plantéis toda clase de árboles frutales,
consideraréis impuro su fruto, como incircunciso; por tres años os
serán
como incircuncisos y no se podrán comer.
24 Al cuarto año todos su frutos serán consagrados en fiesta de
alabanza en honor de Yahveh.
25 Y en el quinto año podréis comer de su fruto y almacenar en
vuestro provecho su producto. Yo, Yahveh, vuestro Dios.
26 No comáis nada con sangre. No practiquéis encantamiento ni
astrología.
27 No rapéis en redondo vuestra cabellera, ni cortes los bordes de tu
barba.
28 No haréis incisiones en vuestra carne por los muertos; ni os haréis
tatuaje. Yo, Yahveh.