...la Biblia de Jerusalén
Levítico 19, 2-15
2 Habla a toda la comunidad de los israelitas y diles: Sed santos,
porque yo, Yahveh, vuestro Dios, soy santo.
3 Respete cada uno de vosotros a su madre y a su padre. Guardad mis
sábados. Yo, Yahveh, vuestro Dios.
4 No os volváis hacia los ídolos, ni os hagáis dioses de fundición. Yo,
Yahveh, vuestro Dios.
5 Cuando sacrifiquéis a Yahveh un sacrificio de comunión,
sacrificadlo de modo que le seáis gratos.
6 La víctima se ha de comer el mismo día en que la inmoléis, o al día
siguiente; y lo que sobre hasta el día tercero, será quemado.
7 Si se come algo al tercer día, será un manjar corrompido; el
sacrificio no será grato.
8 El que lo coma, cargará con su iniquidad, porque ha profanado la
Santidad de Yahveh. Esa persona será extirpada de entre su parentela.
9 Cuando cosechéis la mies de vuestra tierra, no siegues hasta el borde
de tu campo, ni espigues los restos de tu mies.
10 Tampoco harás rebusco de tu viña, ni recogerás de tu huerto los
frutos caídos; los dejarás para el pobre y el forastero. Yo, Yahveh, vuestro
Dios.
11 No hurtaréis; no mentiréis ni os defraudaréis unos a otros.
12 No juraréis en falso por mi nombre: profanarías el nombre de tu
Dios. Yo, Yahveh.
13 No oprimirás a tu prójimo, ni lo despojarás. No retendrás el salario
del jornalero hasta el día siguiente.
14 No maldecirás a un mudo, ni pondrás tropiezo ante un ciego, sino
que temerás a tu Dios. Yo, Yahveh.
15 Siendo juez no hagas injusticia, ni por favor del pobre, ni por
respeto al grande: con justicia juzgarás a tu prójimo.